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6 curiosidades sobre el elefante

Poderoso, majestuoso, de memoria privilegiada, el animal terrestre más grande… Todo se queda pequeño en comparación con el elefante, pero vamos a descubrir algunas curiosidades sobre ellos

Hoy te contaré 6 curiosidades sobre los elefantes, sobre sus colmillos y sobre el ajedrez. Y aquí va la primera (bueno, esta es la 0… Tómatelo como un regalo): orejas grandes y colmillos, elefante africano; orejas más pequeñas y sin colmillos, elefante asiático (vale, y ahora me dirás que como comparas las orejas si no los tienes uno al lado del otro… Y también saldrá el listillo de la clase y dirá que algunos elefantes macho asiáticos también tienen colmillos… ¡¿Por qué me meteré en estos berenjenales yo solito?!). Nada. Vamos al lío:

  1. La etimología del marfil: pues marfil viene del árabe, y significa hueso de elefante. Se escribiría (disculpad mi árabe que está un poco oxidado y quizás no lo pronuncie bien) aẓm alfíl. Para los que no seáis duchos en lenguas, aẓm significa hueso y fíl, Quedaos con eso que después volveremos. Por cierto, a los elefantes africanos investigan los objetos con sus colmillos. También quedaos con este dato.
  2. Colmillos cada vez más cortos: los elefantes africanos cada vez tienen los colmillos más cortos, y no es porque piensen que son incómodos o que pesan demasiado (que también, seguro), es por culpa nuestra y de la selección (anti)natural que le hacemos a la especie. Es decir, los cazadores matan a los elefantes con los colmillos más grandes, por lo que los que se reproducen son los que los tienen más pequeños. Ahí ya vendría el tema de la carga genética que se pasa a la siguiente generación y demás, que tú, persona de mucha sabiduría, ya conocerás de esas clases de biología del instituto que te las pasabas durmiendo. Incluso en una zona de Mozambique donde fueron intensamente cazados, nacen sin colmillos visibles.
  3. Los elefantes asiáticos tienen conciencia de sí mismos: la prueba se hace con un espejo y poniéndoles algo en la frente sin que se enteren (pintura, una pegatina…). Si cuando el animal ve su reflejo se intenta quitar lo que tiene en la frente, es que reconoce que lo que está viendo es el mismo. La lista de animales que lo hacen es corta, pero alguno te sorprenderá: elefante asiático, chimpancé, gorila, orangután, macaco de Rhesus, delfín, orca, algunos córvidos como las urracas y los humanos (pero no los niños de menos de un año, ni tampoco los perros). ¿Por qué el elefante asiático sí y los africanos no? ¿Recordáis lo de que les gusta investigar con sus colmillos? ¿Y recordáis que la prueba se hace con un espejo? Pues eso: 1+1= espejo roto y fin de la prueba.
  4. Saben utilizar herramientas: se creía que no, pero el problema no era el elefante, sino la prueba. Si a un chimpancé le dejas una manzana fuera de su alcance y un palo con el que llegar, la cogerá. Si lo haces con un elefante, cogerá el palo con la trompa y no conseguirá la manzana. ¿Por qué? Porque el palo tapa sus fosas nasales y no sabrá dónde está la fruta. Se cambió la prueba, y se intentó que utilizaran cajas para subirse y llegar a ramas altas donde no llegaban sin escalera. Y lo hacían, vaya si lo hacían, aunque tuvieran que llevar la caja desde el otro extremo del recinto.
  5. Los Super Tuskers: son los elefantes con los colmillos más largos y que pueden llegar a medir dos metros. Viven en Botsuana, o más bien sobreviven, ya que se calcula que quedan unos 40 ejemplares. A finales de abril, un (censurado) cazador llamado Leon Kachehoffer pagó 50.000 dólares por abatir uno. Se tiene que ser muy (censurado).
  6. El elefante del ajedrez: Cómo bien sabrás (yo no lo sabía y lo busqué, así que dame las gracias por ahorrarte datos del móvil), el ajedrez se originó en la India. Desde allí se difunde a los países vecinos, incluida Persia, donde lo encontrarán los árabes, que lo llevarán hasta el Magreb y nos llega hasta aquí a través del Al-Andalus. Y con el juego llegaron, naturalmente, también los tableros y las fichas que, curiosamente, no eran las que son ahora (o, por lo menos, no todas). ¿No os habéis preguntado qué es el alfil? O sea, los peones son la infantería que sacrificamos; la torre son torres de asalto o castillos; los caballos, la caballería; el rey y la reina, pues eso (que la reina no estaba al principio, era un consejero real); pero, ¿el alfil? En inglés es bishop (obispo), pero un obispo en el campo de batalla tampoco es que cuadre mucho y menos si pensamos que viene de un lugar donde el tema obispos no se lleva… Vamos: recuperemos cosas como que lo inventaron en la India (tierra de elefantes) y volvamos a la primera curiosidad y recordemos que fil quiere decir elefante, y al (esto te lo digo ahora) significa el. Por lo tanto, alfil es el elefante, que es lo que era la figura al principio antes que la cultura occidental y sus religiones tomaran cartas en el asunto.

Y es que como canta El Sobrino del Diablo: “Anibal con sus huestes / montadas en paquidermos / sin parada en Alfajarín / atravesaban los monegros

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