Mario Rodríguez
Físico, especializado en astrofísica. Actualmente es Director Ejecutivo de Greenpeace España. Su trayectoria, tanto personal como profesional, ha estado ligada a la defensa medioambiental.
¿Qué es lo que más le preocupa hoy?
Lo que más me preocupa hoy en día es la lentitud con que se está afrontando la crisis ecológica cuyo máximo exponente es la emergencia climática y la acelerada pérdida acelerada de biodiversidad. La ciencia nos está diciendo alto y claro que tenemos tan solo está década para reinventar la relación del ser humano con la naturaleza y resetear un sistema económico insostenible que rebasa los límites del planeta. Un modelo que está generando cada vez más desigualdad social, más población en situación de vulnerabilidad.
¿Qué se puede hacer para solucionarlo?
La solución es sencilla y a la vez difícil de aplicar porque supone dar la vuelta al modelo de desarrollo y de vida dominante en el cual unos pocos se enriquecen a costa de esquilmar el planeta y general unos niveles de desigualdad social cada vez mayores. Tenemos la tecnología, tenemos el dinero para cambiar el sistema energético, el modelo agrario, para implementar la economía circular, para evitar la obsolescencia programada, reducir los niveles de contaminación. Pero falta el coraje y la valentía por parte de quienes lideran la política, las economía, las finanzas para llevar adelante el cambio necesario. No valen tiritas para detener esta hemorragia que está desangrando la Tierra y quienes viven en y de ella.
¿Qué se está haciendo bien?
Me quedo con que al menos en Europa se está planteando que la única vía para recuperarnos del tremendo y doloroso impacto ocasionado por la pandemia es la transición ecológica justa liderada por la transición hacia una economía sin carbono. Para ello se van a destinar ingentes cantidades de dinero. Está por ver si el pastel se lo van a repartir los de siempre, los que nos han llevado a esta situación o esta vez va a ser diferente. Tenemos un contexto propicio, el dinero y la tecnología para producir el cambio. Pero esto no será posible sin un cambio de mentalidades que deje atrás el consumismo, del modelo económico imperante en la actualidad, sin firmar la paz con el planeta.